El 2017 se fue con varios matices, tanto en lo económico como en lo político, dejando una economía con un débil ritmo de crecimiento –cercano al 2,5%, cuando realmente se necesita alcanzar al menos un 4% para reducir las brechas de pobreza y generar desarrollo en las bases del país– y mucha incertidumbre con respecto al escenario político en los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Sin embargo, ha sido un excelente año para los más de 6,5 millones de personas que decidieron ahorrar en una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) para su jubilación; pues el sistema obtuvo en el 2017 un rendimiento de 13%, es decir que, por cada mil soles que una persona tenía en su fondo a inicios de año, ha ganado unos S/130 en 12 meses. Esta rentabilidad está muy por encima de las tasas que ofrecen por depósitos a plazo e incluso por la CTS, los bancos, cajas y financieras. Las AFP han garantizado casi el doble de retorno de cualquier producto financiero antes mencionado, claramente un beneficio rotundo para los afiliados.
El fondo 3, donde hay 266 mil afiliados y una cartera compuesta en el 80% por renta variable, obtuvo una rentabilidad que llegó casi al 13,5%; principalmente por los rendimientos de los activos en renta variable (acciones) de mercados internacionales y el mejor desempeño de los commodities como los metales. Los activos en renta fija, como los bonos, también tuvieron un buen año, pero lejos de alcanzar los niveles de la renta variable, que permitió que el fondo 2 –con una cartera más balanceada– provea a los 6 millones de afiliados a este fondo, una rentabilidad de 13%. Por su parte, los fondos 1 y 0, con una posición de riesgo más conservadora, obtuvieron rendimientos cercanos al 10% y 5%, respectivamente; ambos con mejores tasas que las que ofrece por depósitos cualquier entidad bancaria.
Este año se ha podido observar, así como en muchos otros anteriores, el rol que cumple la diversificación de las carteras para proveer rentabilidad al afiliado; así como la importancia de ir ampliando el límite de inversión que se puede hacer en mercados extranjeros, ya que estos proveen acceso a una gran cartera de activos que en el ámbito local no se tienen. Recordemos que en julio del año pasado el Banco Central de Reserva del Perú elevó el porcentaje permitido que las AFP pueden invertir en el exterior, aumentándolo de 44% a 46%, permitiendo así que los fondos aprovechen la mejor perspectiva económica que se tiene tanto en países emergentes como desarrollados.
En esa misma línea, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFPtambién está jugando un rol importante para flexibilizar las inversiones que pueden hacer las AFP, con el objetivo de garantizar un mejor retorno al afiliado, dándole acceso a nuevas alternativas de inversión, como los fondos de infraestructura extranjeros, derivados, entre otros (dado una última norma prepublicada el último mes por el organismo regulador).
Todos los engranajes están funcionando y moviéndose hacia un mismo norte, que es darle mayores beneficios al afiliado; a través de generarle una mayor rentabilidad bajo el cumplimiento de los mejores estándares en inversiones. Esto finalmente se traducirá en un mayor fondo y pensión para cuando decida jubilarse. El 2018 será un buen año para el fondo de los afiliados, ya que se tienen perspectivas económicas internacionales muy parecidas a las del 2017, lo cual podría tener un mayor impulso si mejora la coyuntura local, con un menor ruido político y con los motores económicos prendidos. Esto definitivamente tendría un impacto positivo en el fondo de las futuras pensiones de los jubilados.
Fuente : El Comercio